LAS VACACIONES SON PARA APROVECHARLAS

En estas fechas veraniegas, la mayor parte de las personas nos disponemos a disfrutar de unas ansiadas vacaciones, tras un año de trabajo o de estudios (que también es trabajo).

No podemos desperdiciar estos valiosos días, por eso debemos tener una mínima previsión del lugar dónde iremos, lo qué haremos, un pequeño horario, etc. El principal error de los que identifican vacaciones con descansar sin hacer nada, es que el aburrimiento no les abandonará en esos días, pues precisamente lo que más cansa en vacaciones es no hacer nada.

Como dicen los expertos, el tiempo libre debe cubrir sus tres fines principales: el descanso físico, el descanso psíquico y la contemplación festiva.

Atendiendo a esos fines, a la edad y a la situación de cada uno, surgen multitud de posibilidades: actividades deportivas, cultivar aficiones y hobbys de todo tipo, excursiones variadas, visitas culturales, lectura de buenos libros, hacer el Camino de Santiago (o algún tramo), realizar campos solidarios de trabajo, aprender a tocar algún instrumento musical, etc., y todo esto en compañía de amigos. En el caso de las familias, todo lo mencionado servirá para dar mayor calidad y cantidad en el tiempo que los padres dedicarán a sus hijos, sobre todo si durante el curso, la atención no hubiera sido la que nos hubiera gustado.

No podemos perder de vista que el buen uso del tiempo libre sirve para enriquecernos como personas, lo cual nos ayuda a entender como algunas personas al volver de vacaciones, se han “empobrecido” al constatar su vacío interior. Como decía Aristóteles: “el tiempo libre es para dedicarnos libremente a aquellas ocupaciones que nos gustan y desarrollan nuestro espíritu”.

¡Felices vacaciones a todos!