FORO XXI

Este Blog sirve como medio de comunicación y debate, en todos aquellos asuntos que requieren la atención del hombre y de la mujer del siglo XXI. Los comentarios que se viertan en las distintas cuestiones abordadas, respetando siempre a las personas que los hagan, servirán para el enriquecimiento de todos. Se pondrán los medios necesarios, para que los diversos idiomas de los participantes, no sean obstáculo para conseguir la mayor difusión de estos coloquios.

Thursday, January 01, 2004

CUIDADOS PALIATIVOS

Desde los años 60 (con su inicio) hasta la actualidad, con un sistema sanitario en el que están, más o menos generalizados, los cuidados paliativos, hemos asistido a su beneficiosa implantación y desarrollo.

En el número de junio de la revista “Adiós”, aparece un interesante artículo, en el que se refleja la situación de los enfermos terminales y la eficaz ayuda que reciben a través de estos cuidados, pues “la eliminación del dolor, el control de síntomas que deterioran la condición humana y el apoyo emocional son, sin orden de prioridad, sus tres constantes”, sabiendo que no podemos descuidar en un enfermo terminal su aspecto físico, psicológico, social y espiritual.

Según lo aprobado por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (el 25 de junio de 1999): “...el deseo de morir no genera derecho legal del paciente ni una justificación jurídica para que un tercero practique la eutanasia”, de hecho cuando a un paciente terminal se le dispensan cuidados paliativos, mejora sensiblemente su deseo de vivir, como se desprende del estudio dirigido por el profesor de Psiquiatría y Medicina de Familia, Harvey Chochinov de la Universidad de Manitoba (Canadá).

Por su parte la OMS (Organización Mundial de la Salud) considera la aplicación de cuidados paliativos, como un grave deber deontológico, señalando que: “la medicina no puede olvidarse del enfermo cuando no encuentra soluciones para una patología irreversible, y que debe ofrecerse soluciones que amortigüen los sufrimientos”.

LA SONRISA DE UN NIÑO

Leía en la prensa las últimas informaciones sobre la tragedia del colegio de Beslán, y me fijaba en la fotografía de un niño de unos 7 años, con la mirada perdida y el rostro serio, y quien sabe que estaría pensando.

Al cabo de unos minutos, me encontraba con otra noticia sobre los efectos que va teniendo la eutanasia en Holanda, y se mencionaba “la muerte digna” de un niño de pocos años, cuya única culpa era tener una grave enfermedad congénita.

El mundo que estamos construyendo los adultos ha privado de la sonrisa a muchos niños de ese Colegio de Osetia del Norte (por el absurdo terrorismo de unos) y a ese niño holandés (por el cínico progresismo de otros), y sin embargo asistimos impasibles a estos hechos, como si fueran algo normal en los tiempos que nos ha tocado vivir.

Eso si, los políticos enseguida se han manifestado en contra, mostrándonos que los culpables son otros, en un caso los incorregibles independentistas y en el otro, la lucha por una mejor calidad de vida. Pero al final hemos tenido el mismo resultado, la desaparición de algo tan valioso como la sonrisa de un niño.

Cuando nos acostumbremos a no dar importancia a estos hechos, nuestra vida habrá perdido toda sensibilidad y tendremos de humanidad, sólo el nombre. Para aquellos que quieran seguir disfrutando de la mirada limpia y franca de los niños, y verles sonreír sea la mejor terapia vital, es el momento de gritar: ¡Basta ya de mentiras, de injusticias, de eufemismos y de manipulaciones!.