ADOPCIONES HOMOSEXUALES
A pesar de las argumentadas exposiciones de numerosos especialistas en pedagogía y psicología infantil, algunos colectivos homosexuales siguen insistiendo en el derecho que tienen a adoptar.
En primer lugar hay que dejar claro, que su primer argumento es erróneo y está manipulado, pues ninguna persona tiene derecho a adoptar. Con la adopción se pretende conseguir una situación lo más acorde a la que establece la propia naturaleza, es decir que cada persona al nacer, tenga una madre y un padre.
Las características femeninas hacen que la madre sea la más competente en ciertas necesidades como la higiene, el aseo, la alimentación, etc., mientras que el padre suele más creativo en las actividades lúdicas, etc. Pero dejando a un lado estos aspectos materiales, los dos son necesarios para la educación de los hijos, los cuales tienen todo el derecho a interactuar con ambos, iniciando así su proceso de socialización.
En este proceso son imprescindibles las aportaciones de los padres, sobre todo en lo relacionado con la génesis de aptitudes, habilidades cognitivas y la interiorización de normas y valores.
Es evidente, que a pesar de las buenas intenciones (que nadie les quita), lo que hay que preservar es el bien del adoptado, y para eso no podemos ir contra la naturaleza.