FAMILIOSIS GUBERNAMENTAL

La inmensa mayoría de los ciudadanos de este país, llevamos bastantes meses, preguntándonos la razón del odio a la familia, que manifiesta en sus actuaciones el actual Gobierno.

No les basta que España figure a la cola de la Unión Europea, en cuanto a ayudas a la familia, sino que además preparan cambios en el Reglamento del IRPF, que perjudicarán a millones de familias.

Por si esto fuera poco, a finales de año, el CIS publicó una encuesta, en la que una de las preguntas formuladas era: “si le molestaría mucho, bastante, poco o nada tener como vecinos a...” y ponen a: “personas que hayan estado en la cárcel, personas de extrema derecha, de extrema izquierda, alcohólicos, con problemas psíquicos ... y familias numerosas”.

Comparar a las familias con más de 2 hijos (o con 2 hijos, habiendo una persona con minusvalía física o psíquica) con personas de extrema derecha, extrema izquierda, etc., resulta intolerable y ofensivo, y además son las familias las que están manteniendo la sociedad, en todos los campos y sobre todo en el económico y en el laboral.

El responsable del CIS, Fernando Vallespín Oña, y la Vicepresidenta del Gobierno, que defendió este estudio, demuestran una mentalidad mezquina, que les incapacita para desempeñar el puesto que ostentan.

CONSIDERACIÓN CIUDADANA

Según parece, en el preámbulo del Estatuto de Cataluña, aparecerá una expresión de este tipo: “una gran parte de los ciudadanos de Cataluña, la consideran una nación”.

Si esto es así, me parece que con el mismo derecho, en La Constitución Española debe figurar un texto que diga más o menos: “la mayoría de los españoles considera a España como una unidad territorial y por tanto única acreedora a la definición de nación” y también se puede añadir: “una gran parte de los ciudadanos españoles consideran el aborto un asesinato” y así podemos seguir añadiendo consideraciones.

Nunca habíamos imaginado que nuestros gobernantes pusieran en un nivel tan bajo su prestigio, legislando en base a “consideraciones”, que lo único que demuestran es que más que el interés ciudadano les mueve su interés personal.

LIBRO: NULIDADES MATRIMONIALES

El libro de Rosa Corazón, "Nulidades matrimoniales...que no lo separe el hombre" (Editorial Desclée De Brouwer), ya va por la tercera edición.

La autora, abogada matrimonialista y abogada del Tribunal de la Rota, lleva muchos años siguiendo de cerca estas situaciones y en este libro cuenta su dilatada experiencia.

Hoy día se oyen y se leen demasiadas inexactitudes sobre esto, por lo que resulta muy útil saber de primera mano, qué es una nulidad matrimonial y cuáles son las causas por las que un matrimonio puede ser nulo. Incluso la autora informa sobre las tasas que cobra el Tribunal de la Rota (de 800 a 1300 €) y del coste nulo de los abogados de oficio (llamado de gratuito patrocinio).

FALTA DE IGNORANCIA

Los clásicos decían que una persona era sabia, en la medida que al tener más conocimientos, se daba cuenta que era mucho más lo que le quedaba por saber, por lo que era consciente de su ignorancia.

Hoy día nos encontramos con una curiosa paradoja, ya que al recibir tanta información de todo tipo, se piensa que los conocimientos acumulados son tantos, que prácticamente apenas queda nada por saber, y tenemos “expertos” en tertulias, debates, foros...

Pero la realidad es tozuda y por mucho que abunden los sabios en las tiendas de todo a 100, nos queda por saber mucho más de lo que sabemos. Por eso, de lo que tenemos falta es de ignorancia, y sólo desde esa perspectiva podremos avanzar en el saber. Lástima que con la LOE, en lugar de avanzar en la consecución de conocimientos, nuestros jóvenes del siglo XXI no sabrán siquiera que son ignorantes.

MÁS VOLUNTAD Y MENOS INTENCIONES

Al empezar un año, todos manifestemos las mejores intenciones para ese nuevo año, pero quizá la mayoría espera, que con los meros deseos ya está recorrido la mayor parte del camino.

Convencidos de todo esto, y esperando que los hados de la suerte y de la dicha nos hagan felices, se recurre a todo tipo de supersticiones, peticiones y conjuros: ponerse algo rojo, encender una vela de la buena suerte, beber champán con un anillo en el interior de la copa y mil cosas más.

Nunca hasta ahora nos hemos encontrado con la curiosa paradoja de compaginar el más alto avance tecnológico con la más absurda tocinez mental.

El año 2006 será lo que cada uno haga de él, es evidente que las buenas intenciones son un primer paso, pero poco haremos si no ponemos voluntad en ello. Podemos pedir paz para todo el mundo, pero si no somos capaces de dar los buenos días a nuestros vecinos, seremos unos hipócritas. Podemos sentir pena por aquellos que no tienen para comer, pero si no les ayudamos, de poco les sirve nuestro sentimiento.

En fin, si conseguimos poner un poco de buena voluntad, estaremos haciendo mucho más.